Entre las causas de las grandes pandemias de los últimos siglos, las infraviviendas y la mala ventilación han sido la causa de su expansión.
El urbanismo del SXIX y SXX, Plan Cerdà en Barcelona, Haussman en París, Bauhaus y Le Corbusier..., se encargó de modificar la deficiente calidad del aire interior de las viviendas, el trazado urbano de las ciudades para mejorar la contaminación, el hacinamiento de los barrios más humildes y la densidad de población de las ciudades.
El siglo XXI fomenta planes de ecología urbana, bioclimáticas, para bajar el consumo de energía y la producción de CO2. Seguimos escuchando que el planeta necesita una reconversión bioclimática, para que las siguientes generaciones puedan tener recursos suficientes para vivir en el planeta. Los barrios más conflictivos en cuanto a hacinamiento y falta de recursos, necesitan una reconversión urgente.
No sólo la densidad de población es causa de la propagación del virus, sino la calidad del aire interior, los recursos económicos básicos de sus habitantes, la higiene de las viviendas y las personas, la educación y la capacidad de atención sanitaria.
Calidad del aire interior
La diferencia de densidad entre L'Eixample y El Raval no es la causa de la propagación de la pandemia. La diferencia de estructura de la trama urbana entre L'Eixample y El Raval fomentan propagaciones del virus. La ventilación de las viviendas proyectadas y construidas en los 2 barrios mencionados constituyen la diferencia sanitaria entre uno y otro. Viviendas con ventilación cruzada en el primer caso, y viviendas sin ventilación en la mayoría de sus dependencias, ya que ventilan al pasillo de la misma. Si la prioridad es ventilar, la necesidad es modificar la estructura de las viviendas de El Raval con urgencia máxima.
Incidència de covid-19 per barris els últims 15 dies
[nombre de casos per cada 100.000 habitants del 12 al 25 d'octubre] |
Recursos económicos básicos de sus habitantes
De la renta básica necesaria para alcanzar una vida digna dependerá la posibilidad de obtener los recursos para evitar las causas de propagación de una pandemia como la que estamos viviendo. Las personas contagiadas sin ingresos, deben continuar trabajando para alimentarse y llevar recursos a sus hijos. No podrán protegerse adecuadamente ni a ellos ni a sus contactos. Nos hablan de grupos burbujas, cuando en realidad, en las zonas de renta ínfima es imposible cumplirlos. La falta de trabajo digno, de vivienda mínima adecuada, de servicios farmacéuticos e higiénicos, es propagadora del virus y causante de sus consecuencias. Confinar en lugar de sanar, agrava la crisis, y no resuelve el problema sanitario. La pobreza extrema es condicionante de la gravedad de la situación. Las onegés atiende más casos y no dan abasto. Las prestaciones no llegan o son escasas, un insulto a las familias y personas sin recursos.
Higiene de las viviendas y las personas
Cuando un servicio básico como el consumo del agua está castigado por impuestos y duplican el precio del consumo, en épocas de pandemia ese consumo debe ser de libre acceso, gratuito y con mantenimiento de las redes adecuado. Si la administración dedicara sus recursos y personal a visitar los barrios más pobres, tomara medidas de urgencia para fomentar la higiene de viviendas y personas, el virus y la pandemia estarían neutralizados. La desinfección de las calles es primordial, no el confinamiento. El confinamiento total es el recurso primero, hasta que la desinfección se lleve a cabo, pero no es el único a aplicar.
Educación y capacidad de atención sanitaria
La educación es un derecho, pero sobretodo un deber que el Estado debe promover entre las personas. La atención sanitaria es una prioridad, y cuando se hace vejación, se privatiza, no incorpora los recursos necesarios, nos encontramos con una situación insostenible. Las residencias geriátricas son un negocio de futuro que no tiene control de las administraciones públicas. La pandemia lo ha hecho evidente. La falta de capacidad de hospitales y la no utilización por parte del estado de los recursos de la sanidad privada deja a las personas sin atención médica básica, volvemos al confinamiento como única solución. Necesitamos un cambio de paradigma y de solución a la pandemia, continuar con la negación o la falta de recursos, es igual a propagación de virus.
- Ayudas económicas como billetes de transporte, vales para comida, tarjetas para móviles, distribución de alimentos, paquetes con material para higiene, ropa o búsqueda de acomodación temporal.
- - Medidas que fomenten la confianza en los servicios sanitarios para poblaciones con difícil acceso al SNS.
- - Alojamiento, especialmente para las personas sin hogar o domicilio fijo hasta que se complete el tratamiento
- - Cobertura económica durante el tratamiento
- - Pensión por discapacidad, si fuera el caso y de modo individualizado
- - Asegurar que no se produce discriminación derivada de la enfermedad: despido laboral, estigmatización, interrupción de estudios, expulsión y/o deportación, etc.
Y esto cuando hablan de la TD -tuberculosis- que en España en 2017, la tasa global de incidencia fue de 9,43 casos/100.000
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